jueves, 4 de septiembre de 2008

Parece que ya no da miedo hacer el ridículo

Desde que publiqué el otro día el video de Enjuto Mojamuto y el Carnet Joven de Caja Madrid, me he estado cuenta viendo los anuncios de televisión por las noches (sobre todo anoche viendo una de mis no preferidas películas de George Lucas: Star Wars Episodio III: La venganza de los Sith) que algunas grandes compañías están empezando a abandonar esa imagen seria en todo lo que hacen para quizás tener una imagen más cercana a sus futuros clientes.

Una de las que más gracia me hace en estos momentos en la publicidad de Linea Directa, sobre todo el de la grúa (tanto la cara del que va disfrazado de mujer como del que hace de mirado es buenísima); tengo que decir que me he vuelto loco buscándolo en el Youtube y no lo he encontrado. Así que os dejo este en su lugar:
http://es.youtube.com/watch?v=rnoFybKCUck
Y no sólo eso, sino que parece que ha surtido su efecto.

Otros que he visto esta semana por primera vez han sido los de la Obra Social Caja Madrid, donde en uno aparecen unas personas con síndrome de down cantando We will Rock you de Queen:



Y en otro un pueblo entero de Sudamérica donde ponen a todos los niños y niñas de apellido Madrid, en agradecimiento a la inversión de Caja Madrid en hospitales en su pueblo (tampoco aparece). Son realmente graciosos de ver y, sobre todo, transmiten felicidad.



Y tenía otro pero siendo las horas que son ya me marcho a casa que, aunque vivo cerca, el metro de Madrid a estas horas va bien.

Parece que ya el entretener a la gente ya no está ligado a empresas relacionadas con el ocio o que pretendan llamar la atención para diferenciarse de las grandes. En la tele cada vez la gente pasa menos horas (por culpa de Internet principalmente) con lo que, cuando se está viendo algo por televisión, es porque realmente te entretiene. A lo mejor es una nueva tendencia pero, yo que me dedico a la bolsa, a lo mejor algún día veo dentro del parqué a los altos ejecutivos con vaqueros y camiseta de manga corta en lugar de con estos trajes hasta arriba que solemos llegar. Y todo con el fin de "entretener" a nuestros clientes.

Simplemente para acabar dejo una reflexión que me he hecho a mí mismo: sí que tiene que estar mal la programación de la tele para que diga que me entretengo con los anuncios.

Hasta mañana amigos (es que luego me dicen que leen lo que escribo y no les digo nada).

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